martes, 3 de junio de 2014

"La vida es una zorra y ahora yo también lo soy"

El domingo 25 de mayo fue el Día del Orgullo Friki y en TCM quisieron rendirle un homenaje a un freak de los grandes, así que decidieron regalarle el día a Tim Burton. Y yo me sentí igual que cuando le quito el plástico a un DVD, un CD o a un libro: ilusionada, eufórica y nerviosa. Empezaron el día con Big Fish y lo terminaron con Ed Wood (enormes ambas). Pero yo me quedo con la obsesión de mi vida: Batman.




Batman y Batman Vuelve tienen para mí un significado especial, porque son la razón de que me guste tanto este superhéroe. Yo era una canija cuando Tim Burton hizo de las suyas y convirtió al hombre murciélago en algo tangible para muchos (yo en mi caso he tenido muy poco acceso a cómics hasta casi llegar a la Universidad y mudarme de ciudad). Y así nació una obsesión pre-Nolan con Batman. Michael Keaton se convirtió en Batman y aunque falta mostrar ese lado chulesco (podría decir "putero" por ser un poco bruta), esa dualidad que sí existe en el Batman de Christian Bale. Pero aun así, Keaton lleva a cabo un trabajo impecable. Aquí la chica es Kim Basinger, la cual nunca ha sido de mi agrado, pero en aquella época era la que estaba, por decirlo de algún modo, y tampoco es que lo haga tan mal. El malo malísimo es Jocker que siempre ha estado en la pole position de los villanos, aunque la genialísima interpretación de Heath Ledger en El Caballero Oscuro hiciese "flaquear" un poco al de Jack Nicholson. Pero al igual que Keaton y Bale me parecen dos Batman fantásticos, pero en diferentes contextos, opino lo mismo con los dos Joker: dos actores, dos maneras de interpretas, dos intenciones diferentes. 
"Nunca has bailado con el diablo bajo la luz de la luna" frase que pronuncia el Joker y con la que me quedaré para el recuerdo.

Pero sin duda, mi favorita es Batman Vuelve: tres villanos, un superhéroe, traumas y perversiones por doquier. Y la mejor Catwoman (Michel Pfeiffer) que habrá jamás (lo siento, Hathaway). Aquí no hay tiempo para risas, seres realmente atormentados, con vidas duras y desagradables, enfermizos y despiadados pretenden hacerle entender al señor Wayne que perder a tus padres no es todo lo malo que te puede pasar en este mundo. La escena que destaco por encima de todas es la llegada a casa de Catwoman - Selina Kyle, después de su "encontronazo" con su maravilloso jefe Max Schreck (Chrsitopher Walken). Escena que se enfatiza gracias a Danny Elfman y sus bandas sonoras tan iguales y diferentes al mismo tiempo. 



Sin duda, el Pingüino no se queda atrás y Dany DeVito hace de su personaje alguien repugnante y sin corazón. La escena final con sus pingüinos es preciosa. La frase de esta película es "la vida es una zorra y ahora yo también lo soy", pronunciada por una lasciva Catwoman. Quizá esta es la película en la que Bruce empieza a comprender que existe una delgadísima línea entre los villanos a los que se enfrenta y él mismo. Supongo que si la habéis visto la mitad de veces que yo, recordaréis la magnifica escena del baile de disfraces donde todo el mundo acude con careta, excepto Selina Kyle y Bruce Wayne. 
Después de esto tuvimos que esperar hasta Nolan para no avergonzarnos de Batman. Gracias Nolan, en serio te lo digo. 

Y aquí os dejo una cosita muy graciosa, a ver si os animáis a verlo https://www.youtube.com/watch?v=LaTXvpChXwM

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