jueves, 23 de enero de 2014

Martin...eres un genio!!

Ayer fue mi segundo miércoles de cine: El lobo de Wall Street. Nueva colaboración entre Scorsese y DiCaprio que le ha valido el Globo de Oro al último y un montón de nominaciones a los Oscar a la cinta en general. Basada en la vida de Jordan Belfort. Las expectativas eran muy altas, pero me senté en la butaca intentando ser objetiva (me senté al lado de mi amiga "la forofa de DiCaprio", así que ella ya era subjetiva por las dos). 

La primera escena nos muestra a un yupi  - DiCaprio instalado en su empresa, lanzando enanos a una diana. Y lo primero que piensas es WTF??? Pero en la siguiente escena, un flashback convierte a ese alto ejecutivo en un Don Nadie que acaba de llegar a Wall Street porque ese era su lugar en el mundo. Un pardillo, asustado en su primer día de trabajo, un trozo de carne entrando en la jaula de los leones. Y entra en escena el domador: McConaughey con su papel ínfimo, pero impresionante, dándole al pequeño Leo una lección de como funciona la bolsa. Mejor explicado, IMPOSIBLE. Esa gente especula con dinero que no existe, pone ese dinero que no existe en manos de los grandes, pero sin que los grandes vean un centavo; mientras los "brokers" se forran en comisiones con dinero "contante y sonante" como bien cita Matt. Te sube la bilis a la boca porque parece simple, parece divertido especular y después esa danza ritual que todo el mundo debería experimentar en el cine, con las ganas del de la butaca de al lado de levantarse y ponerse también a danzar. 

Pop! Sale disparado el tapón de la botella, porque eso es lo que ocurre. No se me ocurre mejor comparación, porque la del subidón, la de ir en la cima del mundo, ya la usan ellos y de todos los modos posibles, con un amplio catalogo de drogas, mujeres (de la vida alegre o de la triste), diversiones excéntricas, gustos caros, la palabra F*CK elevada al infinito...

Lo sé, estáis confundidos, aturdidos y no os habéis enterado de nada. Así me sentí yo. Por momentos era como si en mi cerebro hubiesen mezclado Coca-Cola con Mentos y lo hubiesen agitado. Así que creo que voy a hacer un resumen de por qué esta película es una de las grandes:

1. Leonardo DiCaprio. Y punto. Podría dejar aquí la explicación, pero justificaré que su actuación no la hemos visto antes. Nunca hemos visto a DiCaprio tan fuera de control, tan poco galán (llega a dar grima, lo juro), tan desfasado, con unas escenas tan ridículas y obscenas que no sabrías decir si son más de lo uno o de lo otro.

2. Jonah Hill. Este chico es genial, porque hacer un tandem con Leo y que funcione, que llegues a su "éxtasis", pero dejándole espacio, sin atosigarlo, sin asfixiarlo, eso es ser genial. 

3. La Banda Sonora. Scorsese sabe elegir las canciones, sabe donde colocarlas. Sabe en que momento ponerte a saltar en la sala y en que momento debes echarte a reír. 

Es cierto que Scorsese tiene películas mejores, cierto. Pero conseguir que un viento incontrolable de juergas, corrupción, lujos y excesos entre en la sala y mueva a todos los espectadores que estamos allí dentro durante tres horas es algo que debe tomarse en consideración.

El Oscar es de Leonardo y aunque las papeletas las tiene el señor McConaughey (también muy merecidas) yo, como eterna abogada de causas perdidas, apuesto por DiCaprio. Me quedo con una escena en la que DiCaprio a pleno pulmón y micro en mano dice "No me voy. No pienso irme de aquí", porque si no le dan el Oscar eso es lo que debería hacer, subirse al escenario y gritar: "No pienso irme de aquí". 

Hoy siento que es un día de resaca: mi cabeza es un puzzle de escenas excéntricas que no consigo ordenar, me duele la tripa de reírme y de volver a reírme y como después de una gran juerga, por mucho que la describa jamás llegaré al mismo punto. Me dejo cosas en el tintero, lagunas mentales causadas por el exceso, pero de algo estoy segura, como lo estaba anoche cuando salieron los créditos y me puse a aplaudir - yo sola, claro -, ésta es una PELÍCULA con mayúsculas. 

Esta cinta no pretende nada. No hay un mensaje final, es la vida misma. Es lo que domina y controla nuestra economía y nuestro país. Da igual que pidamos justicia, porque aunque la sentencia sea la de cualquier ser humano de a pie, no la cumplirán de la misma manera. Pero esta película es sólo un ejemplo de los muchos que existen en este corrupto mundo. 
No es una película sobre Wall Street (para eso ya tenemos Wall Street I y II, entre otros muchos títulos), es una película de la sociedad actual, del exceso. 

CONSEJO: no penséis, dejaros llevar por "el colocón", disfrutad de El lobo DiCaprio y el macho alfa Scorsese y el resultado será la mayor resaca cinematográfica de la historia 

                                                                     

**dato curioso: El Jordan Belfort real sale en la escena final presentando a DiCaprio. Gracias Paula por el dato!! ;)


3 comentarios:

  1. A mí me encantó la película Disfruté como hacía años que no disfrutaba, cuando acabó la peli lo primero que hice fue mirar el reloj y no me creí que hubiera pasado tres horas sentada en la butaca. Fue increíble, Y como dices DiCprio (yo no soy objetiva con él, al igual que tu amiga) se merece un Oscar por esta interpretación. Es brillante lo que hace en pantalla.

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    1. A mi me encanta como actor y he visto la gran mayoría de sus películas, pero nunca lo había visto en esta tesitura y ha sido una experiencia religiosa!!!

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  2. Querida Watson,estoy plenamente de acuerdo con todas y cada una de las palabras que has escrito.La otra que estaba a tu lado era yo!!!DiCaprio,sublime.La duración de la peli,ni te enteras(salvo que no seas fumad@r como en mi caso,la última media hora,arrrrrgggggg!!!!).
    Así que,estoy contigo en que es una PELICULA.

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