Nunca he sido fan de X-men, la primera que salió la vi porque a mi prima le gustaba Lobezno y algunas de las que le sucedieron las vi por inercia, pero nunca con demasiada ansia. No sé por qué, pero los mutantes no es que me asombraran demasiado. Tras tres películas mutantes, se decidieron por llevar a la gran pantalla un spin-off de Lobezno, el cual contaba con dos películas. Entre ambas partes del spin-off llegó X-Men: First Class. Y yo recuperé la fe.
Más allá de contar con dos actorazos como son James McAvoy y Michael Fassbender (aquí también podríamos incluir a Jennifer Lawrence), la película trata de mostrarnos que ocurrió antes del cisma de los mutantes. Narra el nacimiento de este grupo, intentándonos explicar los diferentes orígenes de cada uno de ellos, poniendo especial atención en Erik y Charles, es decir, Magneto y el profesor Xavier.
Existen escenas de un valor interpretativo increíbles y casi todas ellas están protagonizadas por Michael Fassbender (ya sabíais que lo iba a nombrar). Aunque James McAvoy no se queda atrás en ningún momento, la mezcla de ira, resentimiento, venganza y, aunque no lo creamos posible, las ganas de crear un mundo diferente, de ser aceptado, se ven resumidas en el personaje de Magneto, mientras que Charles se queda con la parte más emocional.
Lo mejor: los dos protagonistas, la banda sonora (el vídeo de abajo es "Magneto Theme") y los guiños a otros mutantes.
Lo peor: los momentos "adolescentes" con los mutantes más jóvenes. Aportan mucho a la película, pero alguna escena sobra (la de los motes, por ejemplo).
Conclusión: genial presentación de los mutantes que, sin duda, nos ha dejado a todos con unas ganas inmensas de que llegue el próximo 6 de junio y podamos ver The Days of Future Past.
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