"Algunas personas solo quieren ver arder el mundo"

Que Christopher Nolan resucitó a Batman y lo elevó a unos niveles estratosféricos lo sabe todo el mundo, como también sabe todo mundo que la trilogía del Caballero Oscuro no son solo tres películas de superhéroes y villanos, sino que es un reflejo de la actualidad que vivimos y un grito desesperado ante un caos que no podemos controlar.

Y es el CAOS el que reina, modela, interpreta y cincela cada uno de los segundos de "El Caballero Oscuro", la segunda película sobre Batman que en 2008 nos regalaba el señor Nolan. Después de habernos dejado en 2005 con un cliffhanger del tamaño de un planeta (por aquel entonces aún no se utilizaba dicho término para cuando te dejaban con las ganas al final de una peli), pues Batman Begins terminaba con una carta "Joker" que Gordon entregaba a Batman para que se andase con ojo. Enseguida se empezó a especular con el cómo y cuándo se daría este hecho, todo ello agrandado por inmensos debates con el hilo de que ya había un gran Joker en la historia del cine y este era Jack Nicholson, ¿quién sería capaz de superarle? Pues fue Heath Ledger en uno de sus últimos intentos por demostrarnos, antes de dejarnos para siempre, que era un actor grandioso, con mucho potencial y que haría historia. Y así fue, Ledger no será recordado solo por morir joven, sino por interpretar de manera astral uno de los villanos más adorados y difíciles en la historia de Bruce Wayne. 

El Caballero Oscuro es una gran película por muchos motivos, pero sobre todo por conseguir hilar tan fino con un concepto tan complicado y actual como es el caos. El caos es una manera de vivir para Joker, no sólo porque así consigue evadir responsabilidades, sino porque además consigue ver en él toda su ínfima existencia. Su "filosofía" consigue hacernos pensar, pues echa al aire un par de cuestiones bastante interesantes ¿cuál es la limite entre un héroe y un villano? ¿qué serías capaz de hacer por salvar tu propia vida? A la hora de hacer una difícil elección, ¿la harías con el cerebro o con el corazón?. 
Así es como el personaje de Joker juega con el espectador, al mismo tiempo que maneja a Bruce a su antojo, sabiendo que si destruye a Bruce, Batman no será más que cenizas. 

El Caballero Oscuro es ya parte de la historia del cine, una película de culto para amantes de Batman o para los del cine en general y lo es por:

- Sus interpretaciones: Bruce y Gordon (Christian Bale y Gary Oldman) ya nos habían sorprendido en la primera entrega, al igual que Michael Cane en el papel de Alfred Pennyworth y Morgan Freeman como Lucius Fox, pero a estos fantásticos roles se suman Aaron Eckhart como Harvey Dent, Maggie Gyllenhall como "la nueva" y mejorada Rachel. Sin olvidar a los potentes secundarios como son "Espantapájaros" (Cillian Murphy) y el alcalde de Gotham (Néstor Carbonell).
Mención aparte merece nuestro querido Joker, interpretado magistralmente por Heath Ledger, por cuyo personaje recibió un Oscar póstumo como actor secundario. 

- Sus escenas de acción con una gran BSO de fondo: las escenas de acción de esta película no serían nada sin la música de Zimmer detrás y eso es indiscutible. 

- Un guión nada caótico: conseguir un guión tan perfecto con un tema tan inabarcable como el caos, en todas sus vertientes,  me parece una tarea que los Académicos debieron tener en cuenta.

Para mí, esta película es la introducción necesaria a la mejor de la trilogía que es "La leyenda renace", pero eso ya es otra historia o en este caso, otra entrada. 
Y no hay nada más que yo pueda decir, pues todo lo que he dicho es poco. Una gran película que dio lugar a una más grande.