"Antes de que él llegara aquí, nunca nevaba"

Los cuentos son la manera que tenemos de explicarle a los niños lo que de manera simple nos parece complejo de decir. De esta manera, conseguimos que los niños entiendan lo que queremos decir y, además, se creen un universo paralelo donde la vida resulta más fácil. 

Los cuentos, para los adultos, son la forma de expresar lo que sentimos, porque no hay palabras suficientes para hacerlo.

En este 2015 se cumple 25 años del estreno de mi cuento favorito y de lo que, para mí, es la mejor película de Tim Burton: Eduardo Manostijeras. Además, esta es la crítica número

100 de mi blog y creo que no existe mejor película para que yo celebre el día.

Me resulta extremadamente difícil escribir sobre esta película, ya que son tantas las cosas que me gustaría destacar, que no consigo hacer algo más o menos legible. Por ello, he querido hacer una crítica distinta esta vez y presentar mis cinco razones que hacen de esta película una de las más bellas jamás rodadas:

1. Johnny Depp y Vincent Price

Gracias a Edward, Tim Burton conoció a su alma gemela y pudo compaginarla con el que había sido su ídolo desde que era un niño, Vincent Price. Aunque Burton ya había trabajado con Price en su corto Vincent (os lo recomiendo a todos), Burton le regalaba aquí a Price uno de sus últimos papeles antes de su muerte, quedando inmortalizado para siempre como el excéntrico inventor y creador de Eduardo Manostijeras. 

2. Su banda sonora

Danny Elfman nos acostumbró a sus coros desde su primer trabajo con Tim, pero si hay una banda sonora que realce la belleza de una película, es esta. Combinar la extraña

belleza que se puede encontrar en Edward con la tristeza de su historia, me parece una tarea compleja. No hay ni una sola ocasión en la que escuche su "Ice Dance" y no se me pongan los pelos de punta. Además, es una escena memorable, con el detalle de la mano de Kim acariciando la nieve, una paradoja resumida en una imagen.  

3. La propia crítica de Burton

Esta era su oportunidad. El barrio que se nos presenta en la película, con las casas iguales en esos tonos pastel que, nos cansaríamos de ver en futuros films de Burton, está más que

inspirado en su propio barrio en Burbank donde no era muy querido por sus excentricidades y bromas macabras, efectuadas desde niño. Burton nos enseñó así que lo raro y diferente no tiene que ser malo, que es la gente corriente, con una vida corriente la que destruye todo lo que no se ajuste a su canon. 

4. Escenas memorables

Existen una serie de escenas que hacen de esta película una de mis favoritas. Destaco la ya mencionada arriba, baile bajo la nieve de Kim (Winona Ryder), las de Edward como peluquero, la cama de agua, pero si hay una que realmente me encoje el alma es cuando Kim le pide un abrazo y él le dice que no puede; a continuación, conocemos la verdad sobre Edward y por qué no tiene manos:

5. Su final

Nunca, y recalco, NUNCA que un personaje quedase vivo en el final de una historia fue tan

triste. La soledad que representa Edward, solo en su atalaya, de donde nunca debió salir, y esa Kim anciana suspirando por él después de tanto tiempo. La frase clave: "¿Cómo sabes que aún sigue allí, abuela? - Verás, antes de que él viniera, aquí nunca nevaba. Si él no siguiera vivo, ahora no estaría nevando. A veces, aún bailo bajo la nieve". 

Por estas cinco razones y por otras mil más, es una de mis películas favoritas y figura como uno de los cuentos de cine más bonitos jamás rodados. Espero que todas hayáis bailado alguna vez bajo la nieve. 

Y aquí os dejo con los créditos iniciales, otra maravilla más que resaltar de esta película.