Antes
de nada quiero dejar claro que, a pesar de que creo que tiene mucho que
mejorar, voy a defender a Mario Casas. El que se quiera marchar, aún está a
tiempo. Avisados estáis. Y ahora voy a relajar el tono hablando del amor. Allá
voy.
Cuando
una novela trata sobre el amor juvenil, hay un sector entre el que tiene el
éxito asegurado. Cuando esta historia trata de un amor “prohibido”, empieza a
hacerse interesante para cualquiera que desee una dosis de romanticismo. Pero
si como guinda del pastel, hablamos de que esta historia de amor juvenil y
prohibido ha sido escrita por un italiano, parece ser el culmen de las
historias de amor.
Tres metros sobre el
cielo,
supuso el lanzamiento de Federico Moccia a nivel internacional. La historia nos
presenta a un joven problemático, Stephano, pero que se hace llamar Step
(Riccardo Scamarcio), que
basa su vida en esa expresión tan italiana que es il dolce far niente, es decir, a vaguear, divertirse, saltar de
chica en chica, todo ello rodeado de una espiral de violencia que parece no
tener fin y que nadie comprende donde pudo comenzar. En la vida de Step, se
cruza Babi (Katy Saunders), una niña bien, fina, educada y estudiosa que pasa sus días
divirtiéndose sanamente con su amiga Pallina (Maria Chiara Augenti). Pero cuando las vidas de estos
dos chicos colisionan provoca una onda expansiva con un alcance más allá de lo
que ellos puedan controlar.
Al
éxito literario poco tardó en salirle su homónima película que, aunque de
dudosa calidad, más bien parece una película de sobremesa, nos permitió conocer
a uno de los actores italianos más internacionales de la última década, Riccardo
Scamarcio. Sin embargo, es su versión española la que realmente terminó de
redondear un éxito que Moccia no habría imaginado ni en sus mejores sueños. En
“nuestra” versión, Step es Hache, de Hugo, interpretado por Mario Casas y Babi,
María Valverde. La calidad de la película española es infinitamente mayor a la
italiana (hablo de calidad técnica), constituyendo una excelente adaptación
que, si por el bien del factor sorpresa hace algún que otro cambio en el guión,
cumple en lo esencial. La interpretación de Mario Casas como el macarra Hache
es excelente, aunque por ella se le haya colgado el San Benito de cachas sin
mollera. Y sí, es cierto que me repele tanto ver a Mario Casas sin camiseta
como a Jason Derulo en todos sus videoclips, pero hay que reconocer que el
joven actor lo hace magníficamente. Es una interpretación que me creo y no porque
esté convencida de que esa sea la personalidad de Mario Casas, sino porque
creo
que este actor tiene más potencial que abdominales. Es cierto que ha de mejorar
algunos aspectos, como su dicción, pero es joven y muchos de los hoy
consagrados actores de Hollywood en sus inicios no valían un duro. Así que, vistamos
al chaval y juzguémosle objetivamente. Es quizás, el papel de Babi el que más
me chirria, ya que prefiero mil veces a la actriz italiana que a María
Valverde, la cual es una actriz que me encanta, pero su interpretación de niña
tonta y repipi raya el esperpento y aparte de no convencerme, me saca
totalmente de la película (su interpretación, más madura de la segunda parte,
me convence un poco más).
Acompañando a Casas y Valverde, tenemos a Álvaro
Cervantes como Pollo, impresionante
como siempre y a Marina Salas, una actriz que suele
gustarme en los pocos trabajos que he visto de ella. Además de Nerea Camacho, Pablo Rivero y un largo etcétera, más conocidos por televisión que por cine. Si hay algo a
destacar en esta versión española es su banda sonora, destacando los temas “Tormenta de Arena” de Dorian o “Stop the clocks” de L.A, además de la score de la propia película. A esta parte, como en la novela y en la versión
italiana, le siguió otra llamada Tengo
ganas de ti (Ho voglia di te),
pero que no acabó de convencerme tanto como esta primera, aunque de nuevo
destaco algunos temas de su banda sonora.
Así
es como empiezo mi defensa de Mario Casas que, espero, no termine aquí. Con
esto no quiero decir que sea mi actor favorito o que sea un dios de la
interpretación, pero cuando algo empieza a ser objeto de críticas, parece que
se da vía libre para decir cualquier cosa, tengamos o no idea de lo que estamos
hablando. Eso no quiere decir que haya alguien que deteste a Mario Casas y está en todo su derecho.
¿Por qué la recomiendo?: Tres metros sobre el
cielo
constituye una película/novela entretenida, bonita y adecuada para sábado de
mantita, aunque no va a remover demasiado si el romanticismo no es lo tuyo.
La mejor escena: para mí, la mejor escena está en Tengo ganas de ti. Hache lleva a cabo una carrera, bastante emotiva, con In this shirt de The Irrepressibles de fondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario!