Dejo claro ante todo que decir estas cosas sobre sus películas no es negativo, sino todo lo contrario, para mí los buenos directores tienen que remover por dentro, sacar lo mejor y a veces lo peor de nosotros mismos.
Paralelo a la narración de la vida de Noé, su familia y el Arca se suceden una serie de imágenes en un tono documental bastante extrañas, pero para mí están tratadas con un gusto exquisito, así como los colores puros de un universo en el que todavía no existía nada que lo dañase, más allá de la corrupción del hombre.
Como película bíblica que es no faltan los mensajes morales y existenciales que se pueden extrapolar a cualquier época y que en la que vivimos vienen, precisamente, como anillo al dedo.
Russell Crowe y Jennifer Connelly me encantan, así que todo lo que pueda decir sobre ellos va a ser totalmente subjetivo. Emma Watson demuestra con creces que no necesita varita alguna para hacer bien su trabajo (aunque creo que su doblaje al castellano le hace un flaco favor). Como anécdota decir que Matusalén (Anthony Hopkins) me recordó muchísimo al narrador de Historias de la Cripta, ¿os acordáis?
Lo mejor: los Vigilantes. No recuerdo si esto aparecía en la Biblia, pero la historia de los Vigilantes me parece lo mejor de la película.
Lo peor: que existen historias bíblicas con muchísima más chicha que el Diluvio Universal.
Conclusión: lo tiene todo para ser una buena película (reparto, director, efectos), pero dentro de la cinematografía religiosa no alcanza ningún puesto en la cumbre.
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