Ayer fue el día. No podía pasar un día más sin que yo viese dicha película. Me fascinó. Los efectos y la estética me encantaron sobre todo al caer en la cuenta de que aquello era el año 82 y los efectos especiales, así como los lugares de rodaje no solían ser una nave industrial con un croma verde, sino que eran decorados bastante currados. Es decir, mérito doble. La disfruté con ese sonido sucio, pero añorado del VHS, y enseguida pensé en lo que hubiese disfrutado de haberla visto a principios de los 90. El guión me parece increíble, con unos diálogos que ya son parte de la historia y aunque sé que llego tarde para decir cualquier cosa que la pueda encumbrar en una cima más alta de lo que ya está, creo que debería ser una película de visionado obligatorio desde el instituto hasta asignaturas de cine universitarias. Ahí lo dejo.
Me enamoré profundamente del personaje de Roy Batty//Rutger Hauer (aluciné al buscar su filmografía y ver quién era hoy en día. Grande, muy grande).
Lo mejor: la película en sí y su INCREÍBLE banda sonora de Vangelis.
Lo peor: la "escena de amor" entre Sean Young y Harrison Ford. Forzada es poco (a lo mejor esa era la intención, pero me quedé fría).
Conclusión: una obra maestra que ocupa un lugar merecidísimo en los corazones de todos lo amantes del cine y de los amantes del cine de la generación de los`80 en particular.
**Anécdota 1: me reí mucho al ver que se basaba en el año 2019!! Si está ahí, a la vuelta de la esquina.
**Anécdota 2: deseando que lleguen los próximos carnavales para disfrazarme de Rachel!!!
Y aquí os dejo ese monólogo requetesabido por todos y en el que incluso se inspiró M-Clan para su primer single.
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