La gran falacia de la vida.
Es cierto, las bases sobre las cuales construyas tu vida determinarán una parte de lo que serás y como vivirás. Pero en tu vida convergen la vida de los demás, decisiones compartidas que, a veces, escapan a tu control y otras que no puedes remediar su desenlace.
De esto va Locke. Ivan Locke en su BMW toma un camino y esa pequeña decisión es como tirar la primera ficha de un enorme dominó. Rodada en un solo escenario, el coche de Locke, nos presentan a un Tom Hardy como no lo hemos visto nunca, todas sus vertientes reunidas en un solo personaje. Su voz, tranquila y controlada, hace que el espectador se remueva más en su asiento. Las voces que interactúan con él lo hacen de forma nerviosa, desesperada y él se mantiene impertérrito, mirando al frente y con las manos en el volante. El mismo coche, el mismo actor, pero nada es lo mismo: cuanto más kilómetros recorre, más diferente es el personaje. Desgarradoras todas las facetas por las que pasa, haciendo que sientas la misma angustia y desesperación que él.
Me resultaba curioso que escogieran ese apellido Locke, asú que busqué a John Locke, el filósofo, el cuál defendía la corriente llamada Determinismo: no existen hechos al azar, todo lo que eres ahora, refleja tu futuro. Esta película es un ejemplo de ello; un error, una causa y sus consecuencias. Así que otro punto de brillantez para Steven Knight.
Como último agradecerle a mi querido Rudy, compi bloggero de @MotelPurgatorio, que me recomendase prestar atención a la banda sonora de Dickon Hinchliffe. Así que aquí os dejo con una parte de esa adecuada y preciosa banda sonora y el enlace de la gran crítica de mi compañero.
http://motelpurgatorio.blogspot.com.es/2014/09/locke-hay-decisiones-que-cambian-tu.html
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