¡Sed Testigos!

Piensa en los '80 y entre todo ese batiburrillo de estética chillona y films futuristas, nadie puede olvidarse del hit We don't need another hero de Tina Turner, tema principal de Mad Max. Jamás vi ninguna de las 3 películas de Mad Max, porque no me llamaban la atención y porque Mel Gibson es superior a mis fuerzas (solo lo soporto en Arma Letal). Pero cuando supe que Tom Hardy sería el nuevo Max Rockatansky, no quise perderme la nueva entrega de la saga. 

Mad Max es un chute de adrenalina, es una cámara a velocidad rápida que nos hace correr

aunque no nos levantemos de la butaca, es ese impulso que, en ocasiones, nos hace ser unos kamikafres. George Miller parece haberse redimido con Fury Road, como si las tres anteriores fuesen un aprendizaje y este su producto final. Es extremadamente complicado hacer de una única persecución por el desierto, una película de dos horas. Y Miller lo consigue gracias a unos buenos efectos especiales, una banda sonora magnífica y un guitarrista que lo da todo. 

Max no es el protagonista, de hecho, Hardy debe tener unas diez líneas de diálogo, pero si tiene un trabajo corporal y expresivo muy propio de Tom Hardy. Es un actor que dice mucho más con su cuerpo que con sus diálogos: cada movimiento de ceja, mirada o mueca tiene una intención, en todas sus películas. Mi única pega, su doblaje al español, quizás acostumbrada a escuchar su voz original o encandilada por su voz española de Bane (Pere Arquillué). 

La protagonista indiscutible es Charlize Theron, esa Imperator Furiosa que se sobra y se

basta, a pesar de tener una sola mano. Ella representa la fuerza y la valentía que al resto le falta, ya sea porque carecen de esas cualidades o por el miedo a las represalias. WE ARE NOT THINGS ("no somos cosas"), las mujeres, utilizadas como úteros con patas, cuya única finalidad es darle vástagos a Immortan Joe, se revelan contra él y sus War Boys (los kamikafres). El mensaje es claro. Mujeres y hombres son necesarias en la continuidad de la especie: las mujeres tierra, los hombres agua. Pero aquí podemos ver unas mujeres tan dispuestas a luchar como cualquier hombre, tan capaces como cualquiera. 

Mención aparte merece Nicholas Hoult, el cual ha demostrado, sobradamente, que puede hacer todo lo que le echen. Junto con las interpretaciones, una fotografía espléndida (John Seale) y una banda sonora (Junkie XL) que aumenta la tensión en las escenas de acción y respalda los diálogos en los momentos profundos. 

¿Por qué la recomiendo?: es una fantástica película de acción, pero que plantea un debate sobre la humanidad, más que interesante. Las interpretaciones no hacen más que coronar una buena película.

La mejor escena: Imperator Furiosa pierde la esperanza. La fotografía, la música y la inmensa Charlize Theron lo son todo. Y hasta aquí puedo leer. 

Y os dejo con una de mis canciones favoritas de la BSO, Many Mothers.